Subir los precios suele ser una de las decisiones más difíciles de tomar por los Empresarios, ya que siempre existe el miedo de que, al subirlos, perdamos clientes, dejen de comprarnos, y entremos en problemas. No obstante, muchas veces conviene revisar la competencia, saber en qué precios se mueven, y realizar ajustes que nos permitan solventar problemas derivados, precisamente, por los precios que tenemos establecidos.